martes, 14 de mayo de 2013


Hola amantes de los suguuus!! Soy Sandra y yo os voy a hablar del libro "La educación artística no son manualidades", según vayáis leyendo mi resumen os pasara como a mi., pensareis: ¡¡pero que razón tiene este mujer, María Acaso!! me ha sorprendido el libro, como buen sugus sorprendido que soy (recordad...el azul es el mejor...de piña=) ya que habla de lo que esta pasando ahora, de los profesores, de que en cada situación y contexto hay educación artística. No os lo perdáis, ¡¡os aseguro que os va a gustar!!

RETANDO A LOS RETOS        

En el año 2001 ocurrió el derrumbe de las Torres Gemelas, con su aplastante carga de visualidad. Situación que influye negativamente en el área de educación artística. 
¿Qué es un reto?
Nace de una situación nueva que nos sitúa ante una encrucijada donde tenemos que decidir qué hacer: abandonar o enfrentarnos al reto. Si elegimos la segunda opción podemos fracasar o vencer. Si elegimos la primera solo nos queda fracasar.

RETOS VISUALES

La primera situación que afecta al desarrollo de la educación artística es el hiperdesarrollo del lenguaje visual.  Esta situación nos sitúa en cinco encrucijadas:

1-      Enseñar la diferencia entre realidad y representación
Lo primero que ha de tener claro un profesional de la educación artística para el desarrollo de su docencia en la era del hiperdesarrollo del lenguaje visual es que los significados que emergen de los productos elaborados mediante dicho lenguaje son construcciones visuales, son construcciones mediadas al través del lenguaje social.
Una vez asumido que las representaciones visuales so son la realidad, el siguiente reto supone enseñar para que los estudiantes diferencien entre realidad e hiperrealidad.
Los conceptos representación e hiperrealidad nos conducen al tema de interpretación, porque hay que darle la vuelta a la tortilla y darle el poder al espectador, desterrando el mito de que es el emisor el creador del mensaje.
Es labor de una educación artística comprometida con lo que está pasando ahora, analizar los procesos de interpretación y proclamar el valor del receptor en la construcción del mensaje.

2-      Introducir la cultura visual como contenido habitual de la educación artística.
La educación artística no puede ocuparse solo de los productos visuales catalogados como artísticos, sino que ha de abarcar todo aquello que está relacionado con la producción de significado a través del lenguaje visual.
Para romper la dinámica de “tirar para comprar” hay que saber decir no a los impulsos comerciales hacia los que nos lleva el lenguaje visual.

3-      Incorporar los procesos de análisis como procesos base.
Aprender a analizar los mundos visuales que nos rodean, aprender a pararnos a observar, a quitarnos la venda, quizá sea la meta más importante de un profesional de la educación artística del siglo XXI. Aprender a analizar la cultura visual es necesario.

4-      Entender los procesos de análisis y de reproducción de productos visuales como productos relaciones con la creación de conocimiento.
Aunque la apreciación es importante, también es importante la producción. Es importante construir una representación visual. Consiste en algo tan complicado como desarrollar a veces una idea original, fijarse un objetivo y desarrollar un proceso hasta llegar a dicho objetivo. Para mirar bien es imprescindible pensar.
El termino manualidad es parte de las actividades relacionadas con la educación artística y no un eje central de la misma.

5-      Reconocer que la educación artística tiene lugar en todos los lugares de desarrollo del LV, no solo en los contextos educativos.
El aprendizaje de las imágenes se produce en multitud de contextos que, en la mayoría de los casos, no tienen nada que ver con lo que socialmente se considera como educación artística (viendo la tele, en un parque temático, ojeando una revista, etc.) todos estos tiempos y lugares forman la educación visual no centralizada, que consiste en los procesos de enseñanza y aprendizaje que tiene lugar por medio de imágenes en contextos no tradicionales y que ocurre cuando las personas se están educando a través de representaciones visuales de forma inconsciente.
La educación visual centralizada es aquella que tiene lugar en contextos tradicionales como la escuela o la universidad…

RETOS TÓXICOS

En el terreno de la educación, son tres los retos inminentes que nos asaltan: cambio de nomenclatura, formación del profesorado y desarrollo de metodologías nuevas.

Cambiar y homogeneizar la nomenclatura del área.
Nuestra competencia se dirige a aquellos objetos, lugares o experiencias a partir de los cuales se crea significado mediante el lenguaje visual.

Cambiar la formación del profesorado y los sistemas de acceso a los emplazamientos profesionales.
-          La marginación de la educación artística es una cuestión política, y el principal objetivo es el hiperdesarrollo visual. Existen tres hechos determinantes La ausencia de especialista en educación artística en educación primaria.
-          La nula formación inicial de los profesores en educación secundaria en el área plástica y visual.
-          La inexistencia de una carrera planificada de los educadores de museos y de aquellos que trabajan en contextos especiales.
No existen asociaciones que organicen actividades para el reciclaje profesional del profesorado de secundaria, y los pocos recursos que se ofertan al profesorado en activo a lo largo de su vida profesional son completamente insuficientes.
Desarrollar metodología nuevas ante la ineficacia de las metodologías educativas en acción.
La pedagogía tóxica se encuentra plenamente asentada en los espacios educativos relacionados con la educación de las artes y la cultura visual. A través de una consciente formación ineficaz del profesorado deviene el uso del modelo tóxico por repetición.

RETOS ARTÍSTICOS

Situaciones nuevas que nos hacen tirar por un camino o por otro dentro del campo de las artes visuales:

1-      Reconocer el arte contemporáneo como una micronarrativa ante el TV.
El arte contemporáneo es el único contexto desde donde se pretende concienciar al espectador de lo que está ocurriendo en el mundo. El arte contemporáneo se configura como una micronarración visual que busca alertarnos de los peligros. Reconocer el arte contemporáneo como este sistema que pretende la revolución a través de lo visual es una de los grandes retos que nos esperan.

2-       Pasar de la contemplación a la comprensión.
No es posible entender el arte actual de un solo vistazo. La única forma de entender el arte contemporáneo es pasar del análisis a la comprensión. La experiencia artística es algo que exige nuestro esfuerzo, nuestro poder de relación, nuestra creatividad y conocimiento.

3-      Incorporar el arte actual como contenido habitual de la educación artística.
La función del arte como educador público y como alternativa al hiperdesarrollo del lenguaje visual cobrará sentido si acercamos a nuestros alumnos al arte de su tiempo (además del arte de otras épocas) y les enseñamos a llegar hasta el final.

4-      Reconocer que la educación artística ha de ser estudiada por todos los estudiantes y no solo aquellos que parecen estar dotados para el dibujo.
Solo unos pocos llegarán a ser artistas, publicistas, diseñadores…pero casi todos harán fotos, vídeos, dibujos…y todos serán consumidores de desarrollos creados a partir del lenguaje visual.

5-      Entender el análisis y producción de los productos y experiencias artísticas como actividades relacionadas con la creación de conocimiento crítico.
La expresión, el sentimiento y el placer son también parte de la experiencia artística. Pero la generación de conocimiento es quizá la parte fundamental del hecho artístico hoy.
Los productos artísticos se hacen por alguien, para algo, con un proceso, con  etapas, para cubrir un fin. Hacer arte implica pensar, ser creativos, relacionar. Y eso lleva su tiempo.

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